Portal:Relatos de viajes

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VIAJE POR SUDAMÉRICA de VIAJEROBUENOSAIRES

Un nuevo viaje tendría fecha de partida un 6 de febrero del 2007, aquel día donde partiría a 4 países desconocidos hasta ese momento. Luego de ese nerviosismo lógico de la preparación de un viaje de cierta magnitud, agarré todas mis cosas, la gran mochila y partí. El saludo a mis viejos por las ventanillas de ese micro me provocaban una sensación difícil de explicar. El primero de todos los boletos sería Retiro - Córdoba. Ese primer pasaje era para mí, quizás, uno de los más importantes en este recorrido que decidí realizar, ya que iba en búsqueda de los abrazos de mi novia, iba a decirle cuanto la quería y principalmente disfrutar de ella y de unos mates en un momento dificilísimo en la relación. Y así fue mis abrazos eran más fuertes que nunca, mis besos los más especiales y mi corazón latían mas que nunca... Y así llegó el momento de la despedida con ella, difícil... muy difícil para tener entre mis manos el próximo destino: Córdoba- San Salvador de Jujuy. El viaje normal, indicaría que al llegar a la provincia norteña de ahí tendría que realizar unas 5 horas mas para llegar a la frontera Argentina con Bolivia. De a poco la gente iba cambiando, los micros ya eran diferentes, donde viajar un poco mas incomodo era parte de esta aventura. Ese pasaje diría Jujuy- La Quiaca. Como olvidar el momento en el cual llegué a La Quiaca y pregunté para donde era la frontera... luego de caminar aproximadamente unas 15 cuadras tendría el control de migraciones.. previo a esto y con una sonrisa de punta a punta llamé a mi casa, hable con mi mamá y le describía ese momento " Má estoy caminando por la Quiaca rumbo a la frontera..." Y así llegaba al puesto de control, una buena cantidad de gente, un poco de mareo.. la altura a ese momento se empezaba a sentir. El último llamado al celular.. era el cabezón desde su laburo, una linda sorpresa... Tras presentar mi cedula de identidad paso a migraciones de lado Boliviano, que para sorpresa mía como iba a continuar hasta Perú era necesario que presente el pasaporte del lado argentino.. Así que retrocedí y escabullido entre toda esa fila pude sellar mi pasaporte y continuar mi camino... El primer problema estaba a la luz de mis ojos, ya en Villazón ( Bolivia) tenia que caminar aproximadamente unas 15 cuadras hasta la terminal de trenes, tenia reservado el pasaje de tren hasta una cierta hora y estaba llegando aproximadamente solo media hora antes de la partida. Llego a la terminal y un cartel dice " NO HAY MAS PASAJES " y muchísima gente varada en dicho lugar. Me acerco a la ventanilla y directamente le digo: Buenas tardes señor tengo una reserva echa a nombre de Guillermo Puliani en el recorrido Villazón - Uyuni. Ese instante se hizo eterno y el boletero sin decir una palabra comenzó a escribir el pasaje y me pidió que lo abonara. Mi alegría era inmensa, la de la gente de mí alrededor no mucho... ya que varios de ellos no sabían que se podía reservar por Internet o telefónicamente. Despache el equipaje y luego de sacarme unas fotos, subí al tren. Mi destino como dije anteriormente sería Uyuni. El viaje era algo atrapante a la vez muy largo, pero eran mis primeros momentos de mi gran travesía y estaba feliz... A mi lado un argentino que al verme tocar la cabeza en varias oportunidades me ofreció una pastilla contra la altura ya que realmente el dolor era muy fuerte.. y acepté.. era la famosa " Soroch Pills " muy conocida entre los viajeros que emprenden el recorrido por estas tierras. Y llegaba nomás a Uyuni... Era madrugada y había muy poca gente en sus calles, la idea era buscar el primer hotelito que viera para dormir esa noche y así fui entrando a varios y en varios de ellos no había mas lugar. Doy mi vuelta para la otra esquina y ahí veo a 2 personas corriendo y justo uno apoyado sobre la puerta de un hotel, le digo, " Que onda con estos, que pasó? " la respuesta del muchacho con una mirada desafiante fue " Tocá de acá “. Juro que me reí delante de él en el mismo instante me di media vuelta y un tanto preocupado comencé a caminar rápidamente en búsqueda de ese lugar para dormir, hasta que encontré un hotel por 30 bolivianos la noche. Al día siguiente me levante y empecé a recorrer un poco sus calles, a cambiar los primeros billetes para desenvolverme y comenzando la búsqueda de alguna excursión que me lleve al Salar de Uyuni. Así fue contraté la excursión por un día completo para ir hasta el mismo. Mis compañeros de viaje serian unos 7 chicos/as de Chile y yo el único argentino, de todas maneras con ellos una experiencia muy linda. En camioneta 4 X 4 recorrimos primeramente el pueblito de Colchani para luego ir hacia ese gigante. Juro que impacta, atravesar una cantidad de kilómetros impresionantes en el medio de sal, sal y más sal... En un momento del recorrido hay una isla con Cardones la verdad inimaginable, podes subirla y tener una vista de esa inmensidad desde un poco de altura. El sol se hace insoportable y el reflejo del mismo se torna difícil de aguantar... ¿ Pero cual es el problema? Estar en ese lugar juro que es algo único, indescriptible como así también difícil de hacer entender el mismo mediante una foto... simplemente hay que estar. Lo negativo quizás de este lugar como mucho de los lugares que a uno le parecen bonitos es la realidad de la gente que trabaja ahí, que sufre esos reflejos solares en su visión y por supuesto dañan terriblemente la salud de las personas... Por la tarde noche no había mucho por hacer y comer era una tarea difícil en Bolivia. Saqué a relucir mi termo, mi mate y algunas barritas de cereales y me fui a la plazoletita que hay en el centro... con mucho abrigo, mucho frío pero ahí, Disfrutando en soledad aquella noche en un rincón de Bolivia.. Mi próximo destino marcaría un viaje bastante complicado por una zona cordillerana seria Uyuni- Potosí. El micro que me tocaba para hacer dicho tramo, se parecía mas a uno de esos colectivos chiquitos que había acá en Argentina tiempo atrás a que uno de los que estamos acostumbrados a tomar para cualquier recorrido interno en el país. El primer problema en el viaje se presentaba en un pueblito muy muy chiquito con una vista increíble, allí estuve varado por 2 horas aproximadamente ya que el micrito no tenía ruedas de auxilios disponibles y unas cuantas tuercas estaban por demás flojas, pero sirvió para relajarse, para apreciar un momento malo y tomar algunas fotografías. Después de aquellas 2 horitas aguardando a que solucionen el problema, seguiríamos viaje. En lapsos de 10 minutos, durante mas de 1 hora.. los choferes se detenían en el medio del camino a ajustar vaya a saber que en ese momento... El paisaje era imponente y la sensación era muy rara por un lado disfrutar de esa vista, por otro lado pedir de llegar a Potosí cuanto antes!! Y una mañana llegaría a Potosí, me estaría comunicando de inmediato con la primer persona que me hospedaría de la pagina web que conocí meses antes. Eran una pareja de franceses, me comuniqué, me indicaron como ir y hacia allí me dirigí. Estaban haciendo trabajos comunitarios para un hogar de niños que estaba pegado a una Iglesia a tan solo unas cuadras del centro de la ciudad. Ahí compartí mates junto a ellos, charlamos, intercambiamos un poco de costumbres, sus gustos, experiencias de viajes... Para luego preparar mis piernas y salir a recorrer sus tan lindas callecitas. La altura se hacia sentir mucho, alrededor de 4070 metros. Dando vueltas por sus callecitas angostas, de empedrados y preguntando que podía hacer conocía a una chica lugareña que me acompañaría hasta el mirador de dicha ciudad, en el cual podríamos apreciar una vista del Cerro de Plata desde el otro extremo, sus iglesias, su gente... Ella me contaría que tan crudos son los inviernos y las épocas de baja temperatura y como el gran porcentaje de la población vive de aquel Cerro, por la extracción de minerales... Un detalle para esta ciudad es lo descontrolado que es el tránsito, los conductores tocan bocina a cada rato y pareciera que muchas reglas no se cumplen... Al día siguiente haría la excursión de las minas, para ver como trabaja esa gente, para por lo menos un día, unas horas estar en el lugar de ellos y no quejarnos tanto por lo nuestro, por lo que nos toca. Partimos de la plaza junto a otra gente en una camioneta y nos dirigimos hasta las entradas a las minas, donde nos calzamos nuestros trajes de laburantes, los cascos, las botas y a entrar a ese mundo desconocido. Al ver entrar una de las carretillas, un hombre luce una viaje camiseta de boca, no dudo un instante y le saco una foto... Entramos, las luces de nuestros cascos y las voces de nuestra guía indican el camino a seguir, vamos viendo el laburo de ellos, las partes donde hacen los pozos, donde pican, donde realizan las respectivas explosiones para sacar su producción.. Nos topamos con un chico si no me equivoco de unos 14 años trabajando allí, lamentable pero real... como así con gente que lleva unos largos 25 años trabajando en la misma... La experiencia es única, la recorremos casi por 2 horas o más, de una punta a la otra, por cada uno de esos rincones donde su gente realiza su jornada laboral de unas 6, 8 hs. diarias.. Las hojas de coca están visibles en cada uno de esos rostros cansados, sedientos de una mejor vida... Tocaría el turno de despedirme de los chicos de Francia para seguir mi rumbo... Próximo destino diría: Potosí - La Paz. Luego de un viaje de unas 9 horas y acostumbrándome a los micros en tierras Bolivianas, llegaría a La Paz. Al contrario de todo lo que indican cuando vas para allá sobre que tengas cuidado extremo en los alrededores de la misma y aconsejan tomar taxis autorizados, no sé porque decidí calzarme la mochila, caminar y buscar el hotel donde hospedarme. Luego de caminar a lo largo de unas 15 cuadras un tanto turbias, me hospede en el hotel céntrico Torino, en la Calle Socabaya por unos 30 bolivianos la noche.. Por la mañana calenté el agua y me fui hasta la plaza de Armas, la principal de la ciudad, no tardaron en llegar a mirar a ver que estaba haciendo los " lustrabotas " los cuales andan todos con las caras tapadas, lustrando a cambio de unas monedas.. Me senté a charlar con uno de ellos durante un rato largo, le preguntaba porque tenían la cara tapada y el me respondió que era por el tema de que no querían que los reconocieran para no dar lastima, en otras ocasiones porque muchos de ellos también roban, una vida durísima de llevar, su mayoría vive en el alto, allá arriba donde esta la población mas pobre, la mas complicada... Dejaría los mates en el hotel para irme hasta el primer estadio donde jugaría Boca Juniors su primer encuentro de la Copa libertadores 2007 vs. el Bolívar. Tuve la hermosa chance de entrar al campo de juego de tomarme muchísimas fotos y de pisar el césped donde al día siguiente lo harian los futuros Campeones de la Copa , nada mas y nada menos que los jugadores del plantel . Ahí mismo viendo el tema de las entradas, conocí a un simpatizante de Boca que venia de Cochabamba a ver el partido, charlando un poco decidimos ir a conocer el Valle de la luna, Ubicado en la parte Baja de la Ciudad de la Paz, un precioso lugar y un bonito recuerdo... Todo indicaría que tendría que descansar para el día siguiente estar con todas las pilas para alentar a Boca a 3.900 metros de altura. Y así fue, llegó el día . Me encontré con el chico de Cochabamba y luego de comer algo, llegamos hasta el estadio caminando, todo era color Celeste, mucha expectativa para ver al Bolívar.. Faltando unos minutos divise unas cuantas caras conocidas, ahí estaban los chicos de Boca de Bs As, nos juntamos y entramos al estadio, Decíamos presentes en La altura de la Paz, alrededor de 30 almas gritaban " no importa en que cancha juguemos, a Boca Juniors lo sigo a donde va..." y así pasaría el partido, una de las experiencias mas lindas en un estadio junto a mi querido club. Por la noche y tan solo por un rato a la hora de la comida junto a 2 chicos que viajaron de Bs. As. , fuimos a tomarnos una cervecita en un Antro Boliviano, de Ahí al hotel a descansar... Al día siguiente una Combi me pasaría a buscar bien temprano para partir rumbo a Copacabana... Cerca de la hora del mediodía, pise suelo en Copacabana y me hospedé en un hotel por la módica suma de 10 Bolivianos, si si, escucharon bien tan solo 1 dólar y monedas... Esa misma tarde recorrería un poco las calles, muchas artesanías y subí hasta el mirador del Calvario para Observar una pequeña parte de la inmensidad del lago Titicaca. Allí arriba conocí a una chica argentina a la cual le pedí que me sacara unas cuantas fotos, ya que la vista era muy hermosa. Charlamos un buen rato apreciando esa vista que nos regalaba la vida en ese momento y de a poco comenzamos el descenso. Ahí mismo cuando llegamos al centro contratamos la excursión para el día siguiente para ir a la Isla del Sol. Por la noche nos encontramos por el centro y fuimos a comer una Pizza y una cerveza, poca gente y mucho frío por las calles. Después de la cena, cada uno partiría al hotel para levantarse temprano para realizar la excursión a la Isla. Con el termo en la mano y muchísimo frío, nos encontramos en el muelle y junto a otros tantos chicos partimos en una mini embarcación hacia la parte Norte de la Isla, donde allí bajaríamos para recorrer a pie durante 3 horas hasta llegar a la parte sur de la misma. Nos unimos a otros 2 chicos de capital federal e hicimos juntos la caminata, a lo largo del viaje cada uno expresaba sus historias, contábamos un poco de nuestras vidas y así el recorrido se haría mucho mas agradable. Luego de llegar a la parte sur de esta isla, comimos algo a orillas del lago y por la tarde a ultima hora emprendimos regreso a Copacabana. Bolivia iría quedando atrás, las experiencias y vivencias que me dejó este país son realmente únicas. Jamás hubiera pensando toparme con tan lindos paisajes, con tan linda gente, jamás hubiera pensado ponerme en el lugar de ellos para escuchar un poco su historia, sus verdades y su realidad hoy en día, si bien es cierto que la altura afecta, que no viajaras en los mejores micros y que la gente no es rubia ni de ojos celestes, pero les puedo asegurar que vale mucho la pena, quizás mas que la comodidad de un primer mundo o de una vida llena de lujos... Bolivia los espera.